Still Life. Domestic Violence 2022-2023
2023
Individual de Vanessa Colareta
Goethe-Institut Perú en colaboración con la Embajada de la República Federal de Alemania
Lima, Perú.
Curaduría y diseño de exposición
Jerson Ramirez
Texto curatorial
Hace 7 años, en julio del 2016, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) publicó un estudio titulado Violencia basada en género. Marco conceptual para las políticas públicas y la acción del Estado. En este documento, se define la violencia de género como “una violencia que se ejerce contra aquellas personas que cuestionan o transgreden el sistema de género existente”. En este sentido, debe tenerse en cuenta que la conservadora forma de entender el género asigna características y roles a los miembros de una sociedad en base a factores biológicos relacionados al sexo -masculino o femenino- de los miembros de una sociedad. No obstante, estudios no tan recientes han demostrado que el género va mas allá de estas limitaciones, y que este es más un constructo social y cultural.
En esta misma investigación, tomando como referencia las propuestas elaboradas por el sociólogo noruego Johan Galtung, se mostró que la violencia de género tiene tres formas de actuar y perpetuarse en las sociedades. Por un lado, la violencia directa se asocia a los actos físicos y psicológicos que ponen en riesgo la integridad y estabilidad mental de una persona. Por otro, la violencia estructural está ligada al sistema económico y se manifiesta a través de actos de discriminación hacia personas que son consideradas inferiores y que, por lo tanto, no son merecedoras de un trato igualitario. Finalmente, la violencia simbólica es la manera por la cual se crean y se mantienen estereotipos sutilmente por medio de mensajes subliminales presentes en la publicidad. Estos definen rígidamente los roles y funciones de los miembros de una sociedad, dando como resultado una jerarquización vertical en la que se subyuga a “los miembros inferiores” a la voluntad de los “miembros superiores”.
Hace poco más de un año, el MIMP publicó el Marco conceptual para la prevención de la violencia de género contra las mujeres. Este documento pone de manifiesto los riesgos y consecuencias acarreados por la violencia contra la mujer, así como formas y estrategias de prevenirlos. Sin embargo, ante los constantes y masivos reportajes sobre feminicidios y agresión sexual, nos preguntamos si, más allá de la utopía teórica, el Estado está capacitado y dispuesto a poner en práctica estos lineamientos y frenar la asfixiante y traumática situación que experimentas las mujeres peruanas al ser consientes de que viven en una sociedad con rasgos machistas muy marcados.
Stil Life. Domestic Violence, 2022-2023, es una serie fotográfica creada por Vanessa Colareta. En esta ocasión, la artista recurre a la representación de bodegones luminosos sobre fondos negros en una clara intención de generar claroscuros. Colareta ha identificado objetos que forman parte de la vida cotidiana y doméstica en algunas de las regiones del país para componer, por medio de ellas, imágenes llenas de drama y tensión. Así, las frutas, vegetales, cuchillos, vajilla rota y alcohol revelan la sutil y silenciosa forma en que se ejerce la violencia hacia la mujer en la intimidad del hogar. En este sentido, vale la pena acotar que, en la Italia barroca del siglo XVII, los bodegones, además de denotar abundancia, eran también una forma simbólica de perpetuar en la mente del espectador la idea de que las bellas flores o las suculentas frutas se mantenían en esos estados por un corto tiempo, en alusión a lo corta que es la vida humana.
En sus bodegones, Colareta no pretende retomar el clásico significado del Memento Mori, sino visibilizar las escurridizas estrategias empleadas por los agresores para perpetuar, por medio de la violencia, un desfasado e inconcebible sistema de dominación que somete y calla lo femenino ante la voluntad de lo masculino. Escribir sobre violencia de género contra la mujer desde una perspectiva masculina es siempre complicado, pues no es posible entender este problema en su totalidad y complejidad; y posiblemente este texto quede corto ante tantos temas que se deben abordar y debatir para poder siquiera hablar de este tipo de violencia. No obstante, como humanos, empatizamos y nos solidarizamos en la larga y difícil lucha de las mujeres que buscan hacer valer sus derechos, de quienes buscan justicia para honrar las memorias de sus muertos, y de quienes desean con ansias romper el ciclo de violencia y convivir en la igualdad y sin temor.
Jerson Ramirez
Mayo, 2023.
Registro fotográfico
Imágenes cortesía del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables