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Rastros, 2018

Individual de Clara Best

Galería de Arte Contemporáneo del Museo Convento de Santo Domingo Qorikancha

Cusco, Perú.

Curaduría y diseño de exposición

Jerson Ramirez

Actividades

Inauguración y visita guiada

Jueves 4 de octubre

Texto curatorial

Si retrocedemos a nuestra infancia y recordamos cuánto tardaba en cicatrizar una herida que fácilmente pudo haber sido ocasionada al tropezarnos y caer sobre un objeto punzo cortante y nos preguntamos cuánto tiempo le tomó a nuestro sistema recuperarse, podemos decir -después de un alargado momento de forzar nuestra memoria, y sin estar al cien por ciento seguros- que la herida se iba en no más de una semana. Recordaremos, también, la terrible picazón y las ansias de arrancarnos las costras que -imposible de saber en aquellos momentos- protegen a nuestro cuerpo de cualquier bacteria que pueda ingresar. Las heridas sanan con el tiempo, y si son pequeñas y superficiales, no dejan ningún rastro sobre nuestra piel.

¿Qué pasa, sin embargo, con heridas mucho más profundas? ¿Qué pasa con las heridas que no se hicieron sobre nuestros cuerpos, sino dentro de nuestra historia? ¿Llegan a sanar y desvanecerse en algún momento? Nuestra nación ha tenido una larga trayectoria de conflictos que no sólo ha generado la pérdida de un número de vidas que probablemente nunca lleguemos, siquiera, a imaginar.

Los trabajos presentados por Clara Best en esta exposición nos remiten a uno de los sucesos más relevantes en la historia de nuestra identidad y de nuestro país. La artista, por medio de fuertes y marcadas incisiones sobre mates y láminas de metal, recrea imágenes propias de la iconografía colonial en las que se reafirman el triunfo de la Iglesia Católica sobre los pueblos indígenas. En el vídeo, las imágenes se presentan sobre la piel de un cuerpo a modo de tatuajes. En los tres casos, los elementos soporte -metal, mates y cuerpo- se son presentan como una alusión a nuestro territorio, un espacio cuyos habitantes han vivido marcados y heridos desde hace más de quinientos años por un trauma aún presente que genera y agranda brechas.

Las huellas o rastros que son punto de partida para esta exposición pueden llegar a suavizarse con el paso del tiempo, así como las delgadas y casi imperceptibles cicatrices de heridas de la infancia, mas quizás nunca lleguen a borrarse. Las heridas leves se van con el paso de los días; las más profundas nos acompañarán de por vida. No para traernos a la mente los malos momentos, sino para recordarnos nuestra historia y ayudarnos a conocer y comprender nuestro tiempo.

Jerson Ramirez

Obras

Clara Best

Rastros

2018

Láminas de metal repujadas

Medidas variables

Clara Best

Reflejos

2018

Mates burilados con aplicaciones de láminas de metal

Clara Best

Rastros

2018

​Vídeo

Registro de sala

Fotografía: Clara Best

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